viernes, 11 de mayo de 2012

IX ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS "EL TURNO DEL OFENDIDO"


jueves, 10 de mayo de 2012

SEMBLANZA


Semblanza

Eras la más alta entre todos los talles
la única que arrastró mis heridas
entre dientes de pétalos hostiles

te abrazaste a mi tronco
me cubriste con tu cabello preñado de niñas castañas
no importaron las aulas viciadas de tristeza
un Hola se volvió espuma
de gigante ola salitrosa que derribó el puerto de mi impaciencia

nuestras bocas coincidieron en la medida del secreto
matamos los días entre sueños y botellas
quedé embriagado con tu risa de guitarra
circular y aérea que se colaba
entre mis manos ignorantes de tu destino de horizonte
que escondido nos acechaba

vinieron besos y el misterio de tu savia
la flaqueza de nuestros tallos a medio congelar
que nos dejaron abrazados a la distancia
a tu boca clorofílica que llenó de lunas mis hojas tardías

caímos de la crepuscular torre del sueño
nos quebramos
quedamos esparcidos

porciones de luz líquida e inmediata
llegaron a  hombres que te arrojaron
puñados de carcajadas en tu rostro ebrio
te llevaron lejos
diseminada entre un centenar de pieles
en un millar de nombres
que para vos eran el mismo

yo aún no me encuentro
sigo fragmentado entre restos
que escupen ángeles y crucigramas
no tu voz ni tu alas
que antaño coronaban la niebla de las alacenas

quedo muerto sin derrotar mi sed
aplastado por un mar de caballos
que levantan cortinas de recuerdos entre las cartas
distanciado
mi trozo de ayer me empujar a tu cuello
que no muerdo que no acabo
mi trozo de nadie
aprende a ser inválido de la vida
aprende una nueva risa
con la agonía de sus suicidios matinales



martes, 8 de mayo de 2012

FOGATA


Fogata

Su lengua de hierba solía perfumar mis soles
a las tres de la tarde

venía con la lluvia y mordía con el trueno
y su pezón como tempestad
volcaba travesuras blancas en mi lengua

Niña gitana
insondable roca hundida
entre mi pasto lunar
tu espalda de musgo acoplabas a mi canto
para unirnos en la soledad y el exilio
aprendiendo a sembrar volcanes en las colchas
a beber fuego de nuestras pieles
arrugadas por besos y oquedades
a crear dulces rompecabezas de poros
y la constricción de nuestras piernas violentas
que agitaban la tarde con nuestro verdor de fogata.